Viajeros de autocaravana reivindican una forma de moverse "que genera riqueza en las ciudades", pero que carga con prejuicios
Desde que hace dos años se inaugurara en las inmediaciones de la playa del Arbeyal la primera área de servicio de autocaravanas de Gijón, han sido muchas las familias que han optado por hacer escala en la ciudad aprovechándose de sus ventajas.
Uno de estos usuarios que ayer ocupaba espacio en El Arbeyal es Valentín Ángel Ibaseta, un gijonés que lleva 16 años dentro del mundillo. Para Ibaseta, el área de servicio de Gijón es perfecta para "aparcar la autocaravana cuando tengo una avería o como punto de partida antes de comenzar un viaje", a lo que añade que "es necesario más zonas de este tipo, ya que siempre nos ponen problemas para estacionar y es la única en Gijón". El área del Arbeyal cuenta con 18 plazas para estacionar, servicio de agua, luz y saneamiento.
La ley estipula que una autocaravana sólo puede estacionar durante 48 horas en un lugar concreto, algo que no todos los conductores cumplen. Así lo denuncia Juan Mayordomo, un tolosarra que suma ya casi 9 años viajando y conociendo nuevos lugares en su vehículo. Para Mayordomo, "muchas veces la propia gente con autocaravana es la que estropea nuestra reputación, ya que se acopla en un sitio y se pasa todo el verano ahí, pensando que tiene un apartamento a la orilla de la playa", a lo que añade que "hay que tener responsabilidad entre los dueños", ya que los errores de unos son "un mal que se generaliza a todo el mundo de las autocaravanas".
Todos los estacionados en el área de servicio de Gijón coinciden en establecer que otro de los estereotipos que circula sobre ellos, el de que no dejan dinero en la localidad a la que viajan, es falso. Así lo piensa Juan Mari Galarza, un viajero de Zizurkil, un pueblo cercano a San Sebastián. "Todo el mundo te dice que la autocaravana es una forma de viajar sin gastar dinero, y es mentira", explica Galarza, a lo que añade que "ayer he ido a cenar a una sidrería, y después me pasaré por el puerto para ver las casetas que han puesto, comeré algo ahí y me iré a tomar unas sidras? todo es gasto".
En la misma línea se pronunciaba Ibaseta, al exponer que "a todos los sitios que vamos, consumimos, aparte de que vehículos como estos no te los regala nadie". Bien es cierto que "en lo único que no gastamos es en hotel, ya que dormimos en el nuestro que es mejor que cualquier otro", sostiene, como la mayoría de estos viajeros.
Sobre la repercusión que puede generar un turismo de autocaravanas, Galarza explica que "hay mucha gente en Europa que viaja con ellas, con un poder adquisitivo bastante alto y un área de servicio como la de Gijón te da mucha promoción", y pone de ejemplo que "cuando yo vuelva al País Vasco, hablaré con la gente que anda en esto y diré que la zona está muy bien, cerca de la playa y muchas otras cosas más".
El mierense Carlos Leal, que lleva cinco años con su vehículo, también estaba ayer aprovechando el buen tiempo junto a la playa del Arbeyal. Para Leal es muy importante que se normalice la situación de los dueños de autocaravanas, ya que "en Ribadesella, por ejemplo, te echan de cualquier lado, y yo pago mis impuestos como cualquier otro". Cuenta Leal que sus problemas son cuestión de matices: "si sacas el toldo se considera acampar, pero mientras no molestes y no aparques donde no tienes que hacerlo, sólo estás estacionado". Asimismo, el mierense, que lleva utilizando el área gijonesa desde que se inauguró hace dos años, manifestó su deseo de afiliarse al Club Autocaravanista Principado de Asturias (Capa), un grupo que "se está moviendo mucho para que los ayuntamientos pongan áreas como con servicios similares a la de Gijón".
Fuente: La Nueva España
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