La luz del Sol es la encargada de determinar cuándo debemos irnos a dormir y cuándo debemos despertarnos, pero por culpa de las luces artificiales, nuestro ritmo circadiano se ha visto alterado. Por eso ir de camping puede mejorar esta situación. El camping mejora nuestro sueño
El estudio realizado por científicos de la Universidad de Colorado en Boulder han demostrado que si estuviéramos regidos por el horario del Sol, es muy probable que fuéramos a dormir una hora antes, al igual que despertaríamos también una hora antes de lo normal y estaríamos más activos durante el día, debido a que nuestro reloj interno y la realidad externa estarían sincronizados.
El Sol ajusta el reloj a lo que puede ser nuestro estado natural, deshaciendo el efecto negativo que tienen las luces artificiales en nuestro día a día.
Los nativos de Alaska tienen ciertos problemas para dormir durante los días interminables que tiene la estación de verano en el Ártico debido a la desconexión entre el medio ambiente y el sueño exterior. Además se deprimen más durante las largas noches de invierno.
La melatonina regula nuestro sueño
Los investigadores tomaron a ocho adultos con una edad promedio de 30 años y realizaron un seguimiento durante una semana en sus vidas. Los sujetos pasaron la mayor parte del tiempo en interiores, trabajando, estudiando, comiendo y durmiendo, obteniendo como fuente principal de luz la artificial.Seguidamente, enviaron a estas mismas personas de camping y monitorizaron el efecto del sueño y la luz en la melatonina durante la primera y la segunda semana.
La melatonina es la hormona que controla nuestros ritmos y es la encargada de dar una respuesta fisiológica a los ciclos de luz y oscuridad. De forma natural se eleva por la noche y cae durante el día, suprimida por la luz. Además se encarga de reducir nuestra temperatura corporal, favoreciendo así que podamos conciliar el sueño.
Los resultados tras estas dos semanas de prueba fueron concluyentes: cuando se fueron de camping, los niveles de melatonina y el ciclo del Sol estaban sincronizados. Descendían los niveles de melatonina al salir el Sol y antes de despertar.
En resumen, debido a nuestras ajetreadas vidas solemos descansar menos de lo que deberíamos y este experimento vuelve a demostrarnos que el cuerpo es sabio y nos pide descanso cuando lo necesita. Es por ello que después de semanas estresantes de trabajo y estudio, una escapada al campo nos vendría fenomenal para regular nuestro organismo.
Fuente: Vitonica
Caravanas Costa Verde
Los investigadores tomaron a ocho adultos con una edad promedio de 30 años y realizaron un seguimiento durante una semana en sus vidas. Los sujetos pasaron la mayor parte del tiempo en interiores, trabajando, estudiando, comiendo y durmiendo, obteniendo como fuente principal de luz la artificial.Seguidamente, enviaron a estas mismas personas de camping y monitorizaron el efecto del sueño y la luz en la melatonina durante la primera y la segunda semana.
La melatonina es la hormona que controla nuestros ritmos y es la encargada de dar una respuesta fisiológica a los ciclos de luz y oscuridad. De forma natural se eleva por la noche y cae durante el día, suprimida por la luz. Además se encarga de reducir nuestra temperatura corporal, favoreciendo así que podamos conciliar el sueño.
Los resultados tras estas dos semanas de prueba fueron concluyentes: cuando se fueron de camping, los niveles de melatonina y el ciclo del Sol estaban sincronizados. Descendían los niveles de melatonina al salir el Sol y antes de despertar.
En resumen, debido a nuestras ajetreadas vidas solemos descansar menos de lo que deberíamos y este experimento vuelve a demostrarnos que el cuerpo es sabio y nos pide descanso cuando lo necesita. Es por ello que después de semanas estresantes de trabajo y estudio, una escapada al campo nos vendría fenomenal para regular nuestro organismo.
Fuente: Vitonica
Caravanas Costa Verde
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