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viernes, 17 de enero de 2014

El Rincón de la Victoria y las Autocaravanas

Autocaravanistas de la PACA prefieren definirse como “visitantes” frente a turistas. “Somos, ante todo, vehículos con derecho a aparcar”

Turistas incómodos. Vecinos y comerciantes de El Rincón de la Victoria lamentan que el Ayuntamiento tolere la ocupación de unos aparcamientos por parte de caravanistas.

Emilio Domingo es hostelero y vecino de El Rincón de la Victoria, y está cansado de pagar “agua y alojamiento” a unos turistas de lo más incómodos. Son decenas de autocaravanistas que han ocupado unos aparcamientos desde hace varias semanas y consumen el agua de los aseos y las duchas públicas de la playa. El Consistorio, denuncia este vecino, no se atreve a legislar sobre esta situación. A poner orden.
Se instalaron hace varias semanas, y son turistas cuya estancia, explica Domingo, sale a coste cero. “Los vecinos de El Rincón están financiando a esa gente con dinero público que va para el gasto de agua y de seguridad”. Domingo explica que ya ha registrado varias quejas como vecino y como comerciante. “A través de la asociación de vecinos, a través de la de campistas, y a través de la de hosteleros”, incide.

DOMINGO también lamenta la timidez del Ayuntamiento de El Rincón. La concejala de Turismo, Comercio y Vía Pública, Marta Martín, junto al resto de equipo de Gobierno que dirige el alcalde Francisco Salado (PP), ha elaborado un borrador, explica este vecino, donde una normativa regularía toda esta situación. “Quieren que las caravanas solo puedan estacionar en el municipio de ocho de la mañana a ocho de la tarde, y crear un párking de caravanas donde puedan estacionar hasta tres días. Eso es imposible, porque la Junta de Andalucía recoge los diversos tipos de establecimientos hosteleros, como campings, hoteles, apartamentos turísticos, etc; pero no plazas para caravanas”. “Ocurrió que cuando el Ayuntamiento iba a legislar, el colectivo de autocaravanistas se le echó encima al alcalde. Por no oírlos, reculó, y ha ofrecido una normativa que permita a las caravanas estacionar en el pueblo de ocho a doce. Es imposible: ¿quién y cómo va a echar a la gente del pueblo a medianoche?”.

LOS vecinos que residen en primera línea de playa manifiestan, explica Domingo, el perjuicio de estos incómodos turistas, pues, tal y como explica, molestan y les impiden las vistas. Los comerciantes también lamentan las dimensiones de las autocaravanas, ya que cuando uno de estos vehículos se coloca frente a su negocio, dejan de vender. “Si fueran una o dos autocaravanas, no pasa nada. Pero son sesenta y dos. Hacen ruido, tienen perros, y los ciudadanos de El Rincón están financiando sus servicios”. Los caravanistas hacen incluso vaciado de aguas residuales en las alcantarillas del municipio.

A Emilio le preocupa lo que pueda pasar. “Si hay una catástrofe, ¿quién es el responsable?”. Su respuesta es tajante: “El Ayuntamiento, por tolerar todo lo que está ocurriendo. Tienen niños, son muchos, y puede pasar cualquier cosa”. El hostelero recuerda que hace escasos días (a finales de diciembre) ardió La Caleta de Maro, una playa virgen de Nerja. Tras el fuego, los investigadores encontraron en la playa quemada una bombona de camping gas.

LA Ley de Costas, aún tras la modificación del año pasado, continúa prohibiendo en su artículo 33.5 la entrada de vehículos no autorizados y la instalación de acampadas o tiendas de campañas en el litoral, tal y como figuraba en un cartel que ha desaparecido del litoral de El Rincón, según denuncia este vecino.

El presidente de la Plataforma Autocaravanas Autónomas (PACA), Miguel Ríos, responde a las quejas de vecinos y comerciantes del Rincón de la Victoria y que llegaron a EL OBSERVADOR la semana pasada. El motivo: decenas de autocaravanas ocupan la primera línea de playa del pueblo desde hace años.

“La autocaravana es un vehículo contemplado por la Ley de Seguridad Vial y por el Ministerio de Industria como un vehículo vivienda que tiene el mismo derecho a aparcar en la vía pública como turismo, sea más o menos grande. Por lo tanto, la actividad que ocurra en el interior del mismo siempre que no trascienda al exterior es perfectamente legal”. Con estas palabras Miguel Ríos Beltrán, presidente de la PACA (Plataforma Autocaravanas Autónoma) da su punto de vista sobre la polémica que ha puesto en vilo a los vecinos del Rincón de la Victoria, municipio en el que durante varias semanas varios de estos transportes “ocupan” la primera línea de playa.

RÍOS recuerda que las autocaravanas, en cualquier caso, “no pueden tener elementos de acampada como toldos, mesas o sillas”. “Está claro que eso sería una acampada, y la Ley distingue perfectamente lo que es una acampada de un aparcamiento, son dos situaciones distintas”. Al mismo tiempo, el presidente de la PACA reprocha la falta de civismo, ruidos y molestias que las caravanas puedan originar a los vecinos, si bien recuerda que, “aunque también hay indeseables con autocaravanas, no todos son así”.

Sin embargo empresarios del municipio lamentan que exista confusión entre la Ley de Seguridad Vial y toda la legislación que rige sobre el Turismo. Los caravanistas defienden que alientan una nueva forma de turismo emergente. Pero la Ley de Turismo de Andalucía 23/2011 define a la población turística como aquella compuesta por personas que no son vecinos del municipio “pero tengan estancia temporal en el mismo por razones de visita turística o pernoctación en alojamientos turísticos”. La misma ley aclara que los alojamientos turísticos pueden ser establecimientos hosteleros, campings, apartamentos turísticos o pensiones, pero no hace alusión a las autocaravanas.

EL presidente de la PACA, aun así, expone otros tantos ejemplos para demostrar que su turismo es, además, rentable para los municipios donde las autocaravanas van. “Los frigoríficos de estos vehículos son de sesenta litros, la compra debe ser prácticamente diaria”, explica. “En junio de 2012 realizamos el segundo encuentro caravanista andaluz en el Rincón de la Victoria y pedimos a los participantes que guardasen todas las facturas de sus compras realizadas durante el encuentro. Depositamos todas en el Ayuntamiento para que comprobasen que los autocaravanistas se habían gastado hasta 40.000 euros en el comercio local”, incide.

Existen dos posturas enfrentadas en el municipio. En Marbella, el Ayuntamiento ha expulsado a los autocaravanistas obligando a una calle a aparcar en batería (provocando que los vehículos que excedan el largo ocupen la calzada y entorpezcan el tráfico) después de que los vecinos remitiesen escritos al Consistorio quejándose de una situación similar a la del municipio del Rincón. Los comerciantes apuestan por regular más y crear nuevas leyes. Los autocaravanistas prefieren que la Ley que ya existe se aplique y se castigue al incívico, y no al colectivo.

La teniente alcalde y concejala de Turismo del Rincón de la Victoria, Marta Martín, explica a EL OBSERVADOR que para el próximo verano espera tener en marcha una normativa para dar cabidas a derechos tanto de los vecinos como de los autocaravanistas. La solución: parcelas donde estos vehículos puedan aparcar y pernoctar algunos días.

La edil, aún así, ha manifestado que la creación de estas parcelas para autocaravanas traerá consigo nueva regulación. Los autocaravanistas no podrán pernoctar en sus vehículos en el resto del municipio, a no ser que asistan a un complejo hotelero o en su defecto a cualquier tipo de alojamiento turístico, entre los que se incluyen campings, pensiones, hostales o apartamentos turísticos.

ASÍ el Consistorio del Rincón de la Victoria cerrará un capítulo en el que vecinos, comerciantes y empresarios hosteleros se han levantado en pie de guerra contra este nuevo tipo de turista, que desde hace años “ocupa” la primera línea de playa del municipio tanto en La Cala del Moral como en el núcleo urbano del mismo.

Martín ha recordado que los autocaravanistas “no son delincuentes”, y ha profundizado en los detalles de la nueva normativa: “aparcamiento limitado a dos o tres días, en el resto del municipio se podrá aparcar pero no pernoctar”. Miguel Ríos, presidente de la Plataforma Autónoma de Autocaravanistas (PACA) explicó a esta revista que sus vehículos son considerados vehículos-vivienda por la Ley de Seguridad Vial y por lo tanto, por el Ministerio de Interior. En base a esa argucia legal, Ríos afirmó que lo que ocurriese en el interior de un vehículo de este tipo, estando este estacionado, no tenía por qué trascender al exterior, a no ser que perturbase a terceros. Sin embargo, el Ayuntamiento del Rincón de la Victoria regulará estos estacionamientos duraderos con sus consecuentes pernoctaciones con el fin de evitar perjuicio a los comerciantes hosteleros.

Los autocaravanistas, por su parte, se sienten perseguidos. Afirman que no tienen por qué regirse por la Ley del Turismo de Andalucía a la que empresarios y comerciantes de la localidad aludieron. Esta Ley del Turismo, en cualquier caso, contempla varios tipos de alojamientos turísticos, pero no parcelas para autocaravanas municipales. El Ayuntamiento ha confirmado que procurará ceder la explotación de las futuras parcelas a algún tipo de asociación o plataforma, y no ha podido garantizar la gratuidad de estos espacios ya que aún no sabe en qué régimen se construirán. La concejala de Turismo, Martín, baraja dos opciones: o bien un solar con aparcamiento o bien un espacio con servicios, más similar a un área de servicios especializada.

La concejala socialista Encarnación Anaya también opina sobre el conflicto que enfrenta a vecinos, comerciantes y autocaravanistas. “En la discordia tiene que lidiar el equipo de Gobierno, que debe tener y tiene los recursos suficientes para tomar medidas”, ha afirmado, al tiempo que ha recordado que el autocaravanismo es, incluso, “una filosofía de vida que todos debemos respetar”.

Por su parte, hay empresarios que insisten en recordar que las parcelas para caravanas no se recogen en la Ley de Turismo de Andalucía como alojamiento turístico. Algunas de las quejas iniciales de los vecinos del pueblo incidían en que estaban pagando el agua de los autocaravanistas que llevaban tomando la primera línea de playa desde hace meses, ya que estos visitantes consumen el agua de los servicios públicos de las playas sin pagar tributos. Miguel Ríos, de la PACA, explicó que si bien no pagaban las facturas del agua en concreto, sí pagan un tipo de impuesto mayor por su vehículo que el de un turismo normal, por lo que de ahí, entiende Ríos, “el Ayuntamiento cobra indirectamente”. Otras de las quejas vecinales es que las aguas residuales aseguran que las vacían en el alcantarillado municipal.

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